Prométemelo.

Prométeme, como siempre te hago prometer, que no te irás de mi lado nunca, tengamos los años que tengamos, estemos donde estemos.

Prométeme que sólo de mi aguantarás esas ñoñerías de niña pequeña, aún cuando ya no lo sea. Que me consentirás lo que a ninguna amiga más y que me arroparás con tu brazos cada vez que esté más triste que contenta, que como sabes no son pocas las veces.

Próméteme que seré la única princesa que mires con esos ojos, los que me enseñaron el significado de la amistad; que seré la única de la que te reirás cuando se ponga terriblemente mimosa.

Prométeme que queda infinidad de cosas que vivir juntos; que serás ese padrino-tito que siempre hablamos, y que con tan solo una llamada estaremos donde haga falta estar.

Prométeme que seguiremos entendiendonos siempre con solo una mirada y que nos contaremos mil secretos, solo nuestros. Prométeme que serás complice de mis actos como hasta ahora, y que nunca desaparecerá la telepatía. También prométeme que nos daremos consejos aún cuando no los queramos.

Prométeme que jamás se olvidarán todos los momentos vividos, que siempre hablaremos de recuerdos, y que nunca dejaremos que se vayan.

Prométeme que seguiremos pasando los baches juntos; que si no es uno, otro verá el lado bueno de las cosas; y que siempre estaremos para levantar al que se caiga.

Prométeme que nunca dejarás de ser tú, vayas donde vayas, que siempre me demostrarás que la amistad existe...


que serás feliz, eso te lo prometo yo!

Nuevos recuerdos, no tan alejados

Y no niego que jamas me cansare de subirme a los mas alto junto a el y contemplar esta preciosa imagen, que me ha hecho llorar de felicidad al llegar, y de tristeza al irme. Imposible mirarla e intentar aguantar esas ganas de sentir nostalgia, melancolia, y un sin fin de recuerdos que no dejan de pasar por mi mente...

Entre sus calles siempre e presumido de madurez, de mantener en todo momento (o se intenta) la cabeza en su sitio, colocadita sobre los hombros, dando lecciones sensatas a quien las necesitara, y a veces a quien no tambien. Pero de repente, me doy cuenta que asimilar que ya nadie tiene tres meses de vacaciones para pasarlos unica y exclusivamente en la calle con sus amigos, que esos amigos, ya no son tan amigos, que existen prioridades x encima de ello...esta siendo mas dificil de lo que yo esperaba.

Y es que los recuerdos, el pasado, ya no solo son aquellos dias de la infancia, ya se incluyen, las noches y tardes de la adolescencia. Supongo que es miedo, miedo a no ser lo de siempre, a no encontrarse con los de todos los veranos, a no ver las mismas caras, a que ya no sea lo primero tu amigo de al lado, sino tu futuro proximo laboral, sentimental, etc etc...

Soy consciente de que nada de ello es malo, que siempre quedaran esos grandes recuerdos, esos grandiosos veranos que los hicieron posibles, esa gente que siempre tendrá un pedacito de mi corazon. Empieza una nueva etapa, no sin todo ello, pero si de otra manera, mucho mas diferente...

Es lo de siempre, mirar al frente y ser feliz!