Y no niego que jamas me cansare de subirme a los mas alto junto a el y contemplar esta preciosa imagen, que me ha hecho llorar de felicidad al llegar, y de tristeza al irme. Imposible mirarla e intentar aguantar esas ganas de sentir nostalgia, melancolia, y un sin fin de recuerdos que no dejan de pasar por mi mente...
Entre sus calles siempre e presumido de madurez, de mantener en todo momento (o se intenta) la cabeza en su sitio, colocadita sobre los hombros, dando lecciones sensatas a quien las necesitara, y a veces a quien no tambien. Pero de repente, me doy cuenta que asimilar que ya nadie tiene tres meses de vacaciones para pasarlos unica y exclusivamente en la calle con sus amigos, que esos amigos, ya no son tan amigos, que existen prioridades x encima de ello...esta siendo mas dificil de lo que yo esperaba.
Y es que los recuerdos, el pasado, ya no solo son aquellos dias de la infancia, ya se incluyen, las noches y tardes de la adolescencia. Supongo que es miedo, miedo a no ser lo de siempre, a no encontrarse con los de todos los veranos, a no ver las mismas caras, a que ya no sea lo primero tu amigo de al lado, sino tu futuro proximo laboral, sentimental, etc etc...
Soy consciente de que nada de ello es malo, que siempre quedaran esos grandes recuerdos, esos grandiosos veranos que los hicieron posibles, esa gente que siempre tendrá un pedacito de mi corazon. Empieza una nueva etapa, no sin todo ello, pero si de otra manera, mucho mas diferente...
Es lo de siempre, mirar al frente y ser feliz!
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